sábado, 7 de enero de 2023

LA AUTARQUÍA: EL SISTEMA PARA RECONSTRUIR UNA ESPAÑA ABATIDA

El 17 de julio de 1936 comenzó la que ha sido la mayor y más dura guerra civil en territorio español. Un grupo de militares liderados por Emilio Mola y Francisco Franco, quien al finalizar la guerra se otorgó el cargo tanto de Jefe de Gobierno como Jefe de Estado, se sublevaron contra el gobierno republicano. Este conflicto finalizó el 1 de abril de 1939 con la victoria del bando nacional y prácticamente automáticamente se implantó la dictadura franquista que concluyó el 20 de noviembre de 1975 tras la muerte de El Generalísimo.

La Guerra Civil estuvo precedida por una crisis claramente político social pero además por una crisis económica. Nos tenemos que remontar a la Gran Depresión que aunque afectó a mayor nivel a otros muchos países también golpeó en la economía española. Además España era un país atrasado con muy poca industria y con una dependencia del sector agrícola de casi un 50%. A esto se le suma la caída de la dictadura de Primo de Rivera junto con la de Alfonso XIII en 1931 y la proclamación de la II República. La inestabilidad política y la crisis económica del momento dejaban a España en una situación muy crítica que junto con el conflicto bélico nos situamos en 1939 en uno de los momentos más duros de la historia de nuestro país.

El estado económico que se encontró Franco cuando llegó al poder se vio muy tocado principalmente por cuatro causas muy relevantes:

El PIB español dependía fundamentalmente del sector primario, como ya hemos nombrado antes. Como consecuencia del conflicto bélico la ganadería y la agricultura quedaron arrasadas y la poca industria que había en esos años quedó mermada por los bombardeos. Con todo esto la productividad cayó hasta puntos por debajo del 30%.


Como en todas las guerras la financiación de estas es clave para decantarse a un bando u a otro. En este caso el gobierno republicano utilizó las arcas del Estado para su causa dejando al terminar la guerra a España sin reservas económicas.

Además tanto carreteras, redes de comunicación, puentes... quedaron completamente destruidos lo que supuso un gasto inmenso para el nuevo gobierno de Franco.

Por último, se estima que entre fallecidos, heridos graves y población exiliada o emigrante la guerra causó unas 540.000 víctimas. Este hecho fue un impedimento para reactivar la economía debido a la falta de mano de obra. 

Ante esta situación Francisco Franco para levantar la economía del país puso en marcha un sistema de autarquía desde el final de la guerra hasta 1951 cuando comenzó a abrirse. Este sistema consiste en el autoabastecimiento del país sin depender de la economía exterior y evitando así las importaciones.

La autarquía es una utopía con un trasfondo nacionalista que se ha llevado acabo en la Alemania nazi o en la Italia fascista. 

La realidad en España fue bastante dura debido a las hambrunas y a la gran recesión económica causadas por el atraso industrial y el precario sistema agrícola.





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