sábado, 7 de enero de 2023

Consecuencias del desmembramiento de los grandes imperios tras la I Guerra Mundial.

 En este apartado hablaremos sobre las consecuencias que supuso la desaparición de los grandes imperios tras la Primera Guerra mundial.

Al finalizar la Primera Guerra Mundial, los países vencedores de la misma se reunieron en París para decidir sobre la remodelación de Europa y el desmembramiento de los Imperios derrotados en la Guerra (Imperios Alemán, Austro-Húngaro, Turco y Ruso, que, a pesar de pertenecer a los vencedores durante la misma, se rinde en marzo de 1918). 

La consecuencia directa, tras la desaparición de los Imperios, es la creación de numerosos países en Europa, tales como Checoslovaquia, Polonia o Yugoslavia, fruto de los territorios que les quitaron a los vencidos y nuevos protectorados en Oriente como Siria, Irak o Arabia Saudí (pertenecientes a franceses y británicos). 

Por otra parte, en los países derrotados se instaura el Estado liberal, condición que no se mantendrá por mucho tiempo, pues durante la década de los 20 y sobre todo de los años 30, se instauran en la zona de Europa Oriental una gran cantidad de Estados autoritarios. 

El primer país será Rusia que, unos meses después de la expulsión del Zar (gobierno provisional), en octubre de 1917 se instaura un modelo socialista y autoritario de Gobierno al mando de Lenin. Por su parte, la ahora República de Weimar (antiguo Imperio Alemán) se convierte en un  Estado autoritario de extrema derecha presidido por Adolf Hitler (1933). Austria se anexará a Alemania en el año 1938 tras un referéndum (contradiciendo lo acordado en París en 1919). El Imperio Otomano se desmembró en numerosos países independientes como Turquía o protectorados que pasaron a las manos de los vencedores.



Económicamente, la desaparición de estos Imperios supuso el auge de Estados Unidos, el mayor beneficiado de la guerra, junto a Japón, por el empobrecimiento de los países beligerantes. 

En conclusión, podríamos afirmar que la desintegración de los Imperios, la pérdida de gran parte de su territorio y las desorbitadas compensaciones de los tratados, unida a la crisis, provocó el ascenso de regímenes autoritarios y, en consecuencia, de la Segunda Guerra Mundial, por lo que surge la siguiente pregunta: ¿Cómo sería la actualidad si los Imperios hubieran seguido su curso tras la “Gran Guerra”?

Cabe recalcar que Cataluña era la única excepción que rompía con esta situación. Cataluña sí llevaba método de actuación económico similar al de Inglaterra. La fuerte demanda exterior que soportaba Cataluña provocaba una intensificación y especialización de los cultivos, dos factores fundamentales si industrializar una zona es lo que se trata.

 

Por otro lado, el nivel de la tecnología y la educación en España eran reducidos. Por ejemplo, en 1874 el nivel de analfabetismo era del 54,2 por ciento en los hombres y del 74 por ciento en las mujeres.

 

Sin embargo, desde la llegada de Isabel II al poder, el proceso de industrialización se intensificó. La llegada de capital exterior fue el factor principal para que, adentrándonos en el siglo XX, podamos observar la construcción de las principales líneas férreas de España, más inversión extranjera y una burguesía creciente en España.  


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