La planta que simplemente succiona CO2 y lo convierte en piedra. Espera, ¿simplemente?
El calentamiento global es posiblemente la amenaza más viral de nuestros días. Acecha, sí, y hay que ponerle freno.
Revolucionario. Así calificaron los expertos al trabajo llevado a cabo por la empresa suiza Climeworks y la islandesa Carbfix. Orca, (del islandés, energía) es una planta situada en la falda de un volcán islandés.
Su funcionamiento es sencilla. Se alimenta de energía geotérmica, succiona dióxido de carbono directamente del aire y lo envía a las profundidades de la tierra, donde lo convierte en roca.
- "El dióxido de carbono que vamos a inyectar en el subsuelo, lo vamos a inyectar en este tipo de roca: una roca basáltica. Y como puedes ver, es una roca muy, muy porosa que actúa como una esponja... El dióxido de carbono va a entrar en esta roca, va a liberar metales y a formar un mineral de calcita, como éste. Lo que vamos a formar en el subsuelo se va a parecer más a esto: todos los puntitos blancos son mineral de calcita, es decir, dióxido de carbono que se ha convertido en roca", explica Thomas Ratouis, jefe de ingeniería de Orca.
El único problema es el dinero. Orca es capaz de succionar 4000 toneladas de CO2 al año, costando aproximadamente 2500 euros cada tonelada. Sin embargo, los expertos esperan poder reducir los costes hasta la quinceava parte del total.
Pero sí, podemos decir que esto es un paso más hacia la sostenibilidad y la actuación verde tan necesaria hoy en día. la labor de Orca equivale a las emisiones de 870 coches al año que no han liberado CO2. Sería conveniente que todos tuviéramos algo de Orca en nuestro interior, así el calentamiento global, quizás, será un problema menor.
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